Oración Para Mi Casa | 3 Modelos Para Proteger El Hogar

«Querido Padre Celestial hoy me postro delante de ti para adorarte y acercarme ante tu trono celestial, para pedirte que seas el protector de mi casa, quiero que tu presencia se manifieste en todo lugar de mi casa, y de esa forma poder estar en la paz y tranquilidad por el regalo de tener una casa llena de tu bendición.

Padre amado quiero agradecerte por haberme permitido tener mi casa y mi familia, quiero que estés en todo lo que emprendamos en el hogar, y que pueda estar llena de tu esencia divina, y que sea un lugar donde tu amor se manifieste de tu poder.

El día de hoy coloco esta oración delante de tu altar para que mi casa, esté rodeada de ángeles celestiales y que la cuiden en cada rincón. Yo creo en tu palabra y declaro el Salmo 91 que ninguna plaga tocará las puertas de mi casa.

Te pido que seas tú quien cuide de todas las trampas y asechanzas que quieran atacarme en la noche. Gracias mi Señor por cada cuarto que conforman mi casa, te pido que las purifiques y la liberes de todo espíritu contrario a ti, que cada costado de mi casa esté llena del Espíritu Santo, que cada respiración esté bañada en la paz y armonía de tu esencia divina y que eso se refleje en cada uno de los miembros de mi familia conforman.

En este día Señor, deseo que nos enseñes todo aquello que nos aleja de ti, para dejarla atrás para que tus bendiciones podamos recibirlas y toquen las puertas de mi casa, porque sé que cada oración que llevemos ante tu altar tendrá la respuesta de tu soberana voluntad.

Padre amado creo por completo en tu promesa, que nos dice que nos guardas de todo mal si confiamos en ti, por eso confío en tu seguridad y tu cuidado. Aleja toda persona o maldad que quiera herir mi casa y a mi familia, llenanos con tu amor para que nos libere de todos los miedos que quiera acecharnos.

Hoy te lo pido en el nombre poderoso de nuestro Salvador Jesús, tu hijo unigénito» Amén.

«Amado Dios, en esta oración te abro las puertas de mi casa para que seas tú habitando en él, que lo libres de todo lo malo y lo colmes de todas las bendiciones que has prometido a tus hijos.

Hoy te entrego en tus manos mi casa, te pido que entres en ella y te lleves todo mal, angustia, tristeza enfermedad, escasez. Te pido que se vaya toda la oscuridad que pudo estar agobiando mi casa, y sea reemplazada por la luz divina y que solo reine la comprensión, la salud, el amor, la prosperidad y todo lo que tú mi Señor puedes entregar a tus hijos.

Te pido Señor, por todos mis familiares que están habitando en mi casa, se tú guiándonos por el camino correcto, y que cada vez que salgamos de nuestra casa, sea tu protección absoluta de los asedios y amenazas que nos rodean en el mundo exterior y permítenos regresar a casa sin ningún tipo de percance.

Te pido que nos llenes de amor y sabiduría que nos permitan seguir adelante y salir victoriosos de todos los retos del día a día, alejando las discusiones y los malentendidos en la casa, porque declaro que es tu Santo Espíritu llenando a cada miembro de la familia, y ayúdanos a ser una familia feliz donde solo exista el amor.

Hoy estoy lleno de gratitud porque sé que has escuchado mi clamor, por eso te doy las gracias Padre Celestial. Confío en que tu manto de bendición y amor infinito estará sobre mi casa y mi familia, alejando todo lo malo, porque eres bueno y misericordioso. Hoy lo declaro en el nombre poderoso de Jesús» Amén.

«Querido Padre Celestial estoy delante de ti mi Señor, para clamar la sangre poderosa de Jesús que fue derramada en una cruz para traer sanidad a todas las vidas. El poder sobrenatural de Jesucristo nos cubre a todos aquellos que creemos en su poder.

Hoy hago esta oración para mi casa, para que pueda ser visitada por ti mi Padre quien me libra de todo lo malo, hecho fuera en tu nombre Jesús todo espíritu maligno que quiera entrar para hacer algún tipo de daño. Hoy clamo para que todo el que entre a mi casa se llene de la bendición celestial y salga por ella envuelto en tu protección divina.

Te pido que esa misma sangre victoriosa en la cruz paralice todo poder y plan diabólico que se levante en contra de mi casa y mi familia. Queda inoperante todo plan contrario a la voluntad de Dios, estableciéndose ángeles guerreros con espadas desenvainadas custodiando mi casa de toda obra espiritual maligna.

Declaro que mi casa y mi familia tú los haces invisible ante los ojos de mis enemigos y nos protejes de toda persecución, peleas, discordias, rabias, iras, intrigas o de cualquier tipo de tragedia, declaro que tu bendición nos arropa por completo.

Gracias te doy mi Padre Celestial, porque sé que me escuchas y estás guardando mi casa y toda mi familia, y todas mis generaciones, para que siempre sea un lugar lleno de paz, de prosperidad y que siempre este colmado del amor de Dios. Hoy lo declaro en el nombre poderoso de Jesús» Amén.

«De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles» (Romanos 8:26)