Oración Para Tener Paz Interior

«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar» (Mateo 11:28) 

“La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7)

«Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra. No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel. El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre» (Salmos 120 1-8)

«Dios todo poderoso en este momento que vivo me postro delante de ti para darte las gracias por mi bienestar, sé que en mi vida pueden existir situaciones difíciles o momentos de mucha angustia, pero en todas estas tú estás conmigo, y me brindas la salida.

Por eso hoy clamo a ti en esta oración para tener paz interior, por que ante estos problemas y situaciones difíciles necesito una solución, y pongo en tus manos, todo esto que vivo porque tú eres el Rey de todo lo que existe y puedes ayudarme a encontrar la mejor solución.

Hoy levanto mis manos delante de ti y pido que tu gran amor, tu gran poder llenen mi mente y mi corazón de paz, esa paz interior que viene de ti mi Dios, esa paz interior que es real, y que llena cada espacio de mi mente, mi cuerpo y mi alma, para poder estar tranquilo.

Mi hermoso Señor permíteme en este momento olvidarme de todo lo que me haya ofendido y dispongo mi corazón para perdonar en humildad, ya que a través del perdón me trae la paz interior. También te pido perdón por mis pecados, perdona Señor mis faltas y mis fallas.

Te doy gracias Señor por mi salud, por mi familia, por el trabajo, por mi vida, por cada cosa que vivo porque sé que tu propósito se cumplirá porque estás a mi lado. Gracias Señor por tu Amor y por tu Paz, hoy te lo pido en el nombre de Jesús» Amén.

«Mi querido Padre Celestial en este momento te doy gracias por tu perfecta y grande misericordia, gracias Padre porque estás atento a mi oración que hoy elevo delante de tu presencia. Hoy vengo ante ti, para que sanes mi corazón, y puedas traer la sanidad interior que necesito.

Mi querido Dios tú conoces mis necesidades, y sabes lo que siente mi corazón, es por eso que hoy más que nunca me acerco a ti y te pido en el poderoso nombre de Jesús que me ayudes a sentir esa paz interior que solo tú puedes entregar y sobrepasa todo entendimiento.

Señor ayúdame y saca de mi corazón esta angustia que me agobia, que toda desesperación se vaya de mi vida y que tu serenidad me la entregues a través de tu Espíritu Santo, para caminar con tranquilidad y con la paz interior que necesito.

Señor cúbreme con tus alas de amor, para que esa paz que tú puedes entregar me para poder llenen todo esta angustia, y te lleves toda la incredulidad, la impaciencia, el temor, la angustia, el desasosiego que siento.

Querido Padre eterno dame esa paz que serena mi alma. Padre bueno sé que tú escuchas mi clamor y en medio de la angustia tú traerás esta paz interior que necesito, hoy lo pido en el nombre de Jesús» Amén.

«Padre en el nombre de Jesús estoy hoy delante de ti porque me siento agobiado por esta situación que vivo, tú sabes todas las cosas, hoy declaro que por el poder de tu sangre todo esto sale ahora mismo de mí ser, de mi vida, para que me otorgues la paz interior que necesito.

Señor te pido que mi alma sea llena con tu Santo Espíritu, y me limpie de todo malestar, cambie mis pensamientos y todo agobio se vaya, hoy entrego todas mis cargas para descansar en ti Señor, y tener la paz interior para caminar en bendición.

Confío en tu poder y estoy convencido que esta oración traerá la paz interior que necesito, para que mi vida pueda experimentar tu presencia, y pueda sentir tu amor, la bondad de tu ser y yo pueda darte toda la gloria y la honra porque solo tu eres digno de alabanza.

Hoy pongo toda mi confianza en ti para que obres en mi vida según el propósito por el cual estoy llamado, así que me declaro libre de toda angustia en el en el nombre poderoso de Jesús» Amén.

«Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles» (Romanos 8:26)