Perdoné una infidelidad pero no puedo olvidar, es una frase recurrente en aquellas personas que han pasado por esta situación donde se ha violentado la confianza, y en el que las cosas que en un momento pudieron ser las más lindas, ahora son un recuerdo de un momento deshonroso para el afectado.
En este sentido, cuando una persona decide perdonar se presentan estos panoramas: el primero es creer que no son capaces de perdonar o porque sus valores son muy claros, o porque ven la infidelidad en un plano alejado a su esquema mental como algo admisible en una pareja. Y el segundo es que si lo perdoné pero la amargura producida en el corazón no puede olvidar el daño hecho.
La palabra de Dios es muy clara en este sentido, que la infidelidad es un pecado y el no perdonar a tu semejante también lo es. Por lo tanto, hay que buscar un balance en esta situación, ya que en ambos casos se está deshonrando a Dios al no cumplir sus mandatos. Es por ello que el creyente tiene a su disposición el recurso para arreglar todo tipo de situación, y este recurso se llama el perdón.
La infidelidad en el matrimonio
Cuando una relación de pareja comienza, por lo general se prometen amor eterno, fidelidad, cuidado el uno al otro, pero a medida que transcurre el tiempo estos votos de amor, que estaban de unas genuinas buenas intenciones, encuentran situaciones inesperadas que los hacen desquebrajarse, y entre esos motivos está la infidelidad.
Este tipo de situaciones no solo ocurre entre personas sin conocimiento de Dios, ya que esto puede invadir en la vida de parejas de creyentes que han permitido que su altar de oración se haya apagado, y donde la dirección de Dios como su guía matrimonial no existe. Produciendo que tanto hombre como mujer hayan desviado su mirada al pecado de lascivia, cayendo de forma baja en la infidelidad.
Es conocido que la infidelidad es una de las principales causas de separación y casi siempre está provocada por la insatisfacción de una de las partes. En este sentido lo más sensato es que la persona insatisfecha hable de sus sentimientos y como pareja se esfuercen cada uno en encontrar una solución, pero en la mayoría de los casos esto no ocurre, y se termina buscando en la calle la solución que deben encontrar en el hogar, rompiendo el mandato que Dios deja en su Palabra.
Sin embargo, el daño más fuerte que se vive en la relación de pareja llega cuando la persona descubre la infidelidad. Es allí cuando surgen las preguntas: ¿Por qué lo hizo? ¿En qué fallé? ¿Es conveniente luchar por la relación o es mejor acabarlo todo? ¿Cómo perdonar una infidelidad?.
Consecuencias de una Infidelidad
La mayoría de las personas piensan que la más grande consecuencia de una infidelidad es el dolor que le ocasiona a la pareja, pero en realidad el sufrimiento es tan solo la primera fase de la cadena de secuelas que puede desprenderse de ello. Y entre las consecuencias más comunes están las siguientes:
Cada una de estas consecuencias llevan a decir: "Perdoné una infidelidad pero no puedo olvidar" y desarrollan una raíz de amargura. Es por eso, que en este proceso la persona necesitará el apoyo de un consejero o ministro de Dios, quien le ayudará a ser libre de esas cadenas que oprimen su corazón, al recibir mentoría y orientación.
En este sentido cuando una persona dice "Perdoné una infidelidad pero no puedo olvidar", está diciendo entre líneas que su corazón sigue herido y es por ello que el trabajo de este ministro con la dirección del Espíritu Santo tratar de sanar las heridas hechas, y poder ver las cualidades positivas de su pareja y lograr superar esta situación e incluso fortalecen su relación.
Perdoné una infidelidad pero no puedo olvidar
La mayoría de las personas luego de vivir una infidelidad pasa por una fase de reflexión en el que algunos no están dispuestas a perdonar bajo ningún tipo de circunstancia. Sin embargo, cuando se permite que Dios obre en la relación surgen aristas en el que los sentimientos, y los muchos años de relación cambian la perspectiva.
En este proceso de sanidad que vivirán como pareja, se debe evaluar algunos aspectos para lograr entender la disposición que tiene su corazón en perdonar una infidelidad.
Evaluando cada una de estos factores le ayudará en conocer los sentimientos que están arraigados en su corazón, y de esa forma con la ayuda del Espíritu Santo poder perdonar de una manera consciente, y poder lograr recuperar la relación. Es importante hacerlo de forma sincera, para poder olvidar lo sucedido y que su herida no se abra una y otra vez.
Hay un grave problema cuando alguien dice "perdoné una infidelidad pero no puedo olvidar" eso habla que se niega ser libre de ese dolor, situación que termina dañando la relación. Por eso, más allá del compromiso, una de las claves para perdonar una infidelidad y salir adelante consiste en aprender a olvidar y pedirle a Dios que sea sanado ese dolor causado.
En este sentido, se debe aprender a olvidar para superar una infidelidad y lograr que la relación salga fortalecida de esa dura prueba. Y es que para perdonar, es necesario olvidar todo lo sucedido y comenzar desde cero, de la misma forma que Dios hace con todos los pecadores.
Eso revela que el perdón debe ser así, un perdón incondicional. Porque Dios para perdón de los pecados de la humanidad tuvo que permitir que su unigénito Hijo muriera en la cruz del Calvario. Es evidente que si Dios perdonó a la humanidad así en Cristo, entonces no hay situación que no se pueda perdonar y olvidar.
La frase "perdoné una infidelidad pero no puedo olvidar" no debe salir de la boca de un creyente en Dios. Se sabe que para muchas personas el perdón es una muestra de debilidad y le deja la puerta abierta a futuras traiciones. Sin embargo, es importante que se cambie esta perspectiva y considerar que el perdón es una muestra de amor y una nueva oportunidad para una relación que aún tiene mucho que ofrecer, así como lo hizo Dios con la humanidad.
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