24 Versículos Sobre El Ayuno Y Sus Características

Versículos sobre el Ayuno que enseñanza la importancia de esta actividad que produce un desarrollo de la vida espiritual de las personas, quienes buscan abstenerse de alimentos físicos y consumen lo espiritual, y poder desarrollar el dominio de su carne ante cualquier tipo de tentación.

En este sentido, cuando se habla del ayuno este permite desarrollar la relación cercana a las cosas espirituales, pues buscarán desarrollar el dominio propio y crecer en la obra de Dios, remplazando la obra carnal por el fruto del Espíritu, de esa manera los versículos que hablan sobre el ayuno ayudarán al creyente a ser fortalecido en su vida espiritual.

Índice

Versículos sobre el Ayuno

Versículos sobre el Ayuno

La Biblia tiene una diversidad de versículos que hablan sobre el ayuno, como una herramienta favorable para la vida del creyente, quien busca adorar a Dios con todo su corazón y este método producirá el crecimiento espiritual y la muerte de la vida carnal.

En este sentido cuando se hace un ayuno la persona se abstienen de comer, beber o de algún tipo de alimento o actividad, cambiando ese hábito por el de alimentar el Espíritu, con la adoración, alabanza, oración, lectura de la Biblia, que le llenará en ese tiempo que se aparta de las cosas cotidianas de su vida.

Es por ello que la Biblia tiene diversidad de versículos que hablan sobre el ayuno y permitirán comprender este tipo de herramienta de adoración a Dios.

Versículos sobre el ayuno de los hombres y las mujeres de Dios

«Y Moisés estuvo allí, con el Señor, cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan, ni bebió agua, pero sí escribió en las tablas de piedra las palabras del pacto, es decir, los diez mandamientos» (Éxodo 34:28)
«Se reunieron en Mizpa, sacaron agua y la vertieron delante del Señor. Aquel día ayunaron allí y dijeron: Hemos pecado contra Jehová. Y Samuel juzgaba a los hijos de Israel en Mizpa (1ra. Samuel 7:6)
«Mas los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos. Y nadie del pueblo probó alimento. Y todo el pueblo de la tierra entró en el bosque, y había miel en el suelo. Y al entrar el pueblo en el bosque, he aquí que la miel fluía, pero nadie se llevó la mano a la boca, porque el pueblo temía el juramento…» (1ra. Samuel 14:24-30)
«Volvieron entonces los israelitas y todo el pueblo a la casa de Dios, y llorando se sentaron delante del Señor y ayunaron todo el día y hasta la noche, y le ofrecieron al Señor holocaustos y ofrendas de paz» (Jueces 20:26)
«Lleno de miedo, Josafat se dispuso a consultar al Señor, y ordenó que todos en Judá ayunaran» (2da. Crónicas 20:3)
«Luego, salió del templo y se dirigió a la habitación de Johanán hijo de Eliasib, y una vez allí no comió ni bebió nada, pues estaba muy triste por el pecado de los israelitas que habían vuelto del cautiverio» (Esdras 10:6)
«Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!» (Ester 4:16)
«El día veinticuatro del mismo mes, los israelitas volvieron a reunirse para ayunar, vestidos con ropas ásperas y con la cabeza cubierta de polvo. Para entonces los israelitas ya habían apartado de sí a los hijos de extranjeros. Puestos de pie, los israelitas confesaron sus pecados y los de sus padres» (Nehemías 9:1-2)
«No comí ningún manjar delicado, ni carne, ni tomé vino, ni me apliqué ningún perfume, hasta que se cumplieron las tres semanas» (Daniel 10:3)
«Todos los habitantes de Nínive creyeron a Dios y decretaron ayuno, y desde el mayor hasta el menor se vistieron de cilicio» (Jonás 3:5)
«Ceñíos de cilicio, y lamentaos, sacerdotes; gemid, ministros del altar. Venid, pasad la noche ceñidos de cilicio, ministros de mi Dios, porque sin ofrenda de cereal y sin libación ha quedado la casa de vuestro Dios. Promulgad ayuno, convocad asamblea; congregad a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová» (Joel 1:13-14)
«Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese tiempo tuvo hambre» (Lucas 4:1-2)

Cada uno de estos versículos explican como en los tiempos antiguos los creyentes en Dios valoraban los ayunos, y en las situaciones difíciles honraban a Dios proclamando ayuno para ser respaldados por Él, y de esa manera ser llenos del poder espiritual, con el fin de salir en victoria en las situaciones que vivieran.

Versículos del Ayuno que produce Bendiciones

Versículos sobre el Ayuno

«Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus carnes y ayunó, se acostó con el cilicio y andaba abatido. Entonces la palabra del Jehová vino a Elías tisbita, diciendo: ¿Ves como Acab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa» (1ra. Reyes 21:27-29)
«Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de El un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a caballo para protegernos del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey: La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que le buscan, mas su poder y su ira contra todos los que le abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y El escuchó nuestra súplica» (Esdras 8:21-23)
«Si estaban enfermos, yo me preocupaba; ayunaba y me vestía de cilicio. ¡Quisiera que mis oraciones volvieran a mí!» (Salmos 35:13)
«Mientras ellos ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: “Apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron» (Hechos 13:2-3)
«También nombraron ancianos en cada iglesia, y luego de orar y ayunar los encomendaron al Señor, en quien habían creído» (Hechos 14:23)

Con estos versículos de la Biblia se refieren a diversos momentos que hombres y mujeres se consagraron en ayuno y oración, y pudieron recibir la respuesta de Dios, quien le concedió la bendición que anhelaban.

De este modo se puede ver de forma tangible el poder que se desata con el ayuno, que es un arma poderosa para todos los creyentes que desean tener el respaldo de Dios en cada área de su vida.

Versículos del verdadero ayuno y sus características

Versículos sobre el Ayuno

«Dicen: ‘¿Por qué ayunamos, y no hiciste caso? ¿Por qué afligimos nuestras almas, y no te diste por aludido?’. “He aquí que en el día de su ayuno logran su deseo y explotan a todos sus trabajadores» (Isaías 58:3)
«¿No consiste, más bien, el ayuno que yo escogí, en desatar las ligaduras de impiedad, en soltar las ataduras del yugo, en dejar libres a los quebrantados y en romper todo yugo?» (Isaías 58:6)
“Pero aun ahora”, dice el Señor, “vuélvanse a mí con todo su corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo» (Joel 2:12-13)
«Cuando ustedes ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a la gente que están ayunando; de cierto les digo que ya se han ganado su recompensa» (Mateo 6:16)
«Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público» (Mateo 6:17-18)
«Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno» (Marcos 9:29)
«Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben. Entonces Jesús les dijo: ¿Acaso podéis hacer que los acompañantes del novio ayunen mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, entonces ayunarán en aquellos días» (Lucas 5:33-35)

Cada uno de estos versículos explican la mejor forma para realizar un ayuno, buscando establecer las normativas necesarias para tener el respaldo de Dios en esta herramienta para el crecimiento espiritual.

De tal modo es importante escudriñar la Biblia, ya que en ella está plasmada la perfecta voluntad de Dios, y ser instruido ante el mejor tipo de ayuno a realizar, pues el Padre busca desarrollar en la vida de las persona su plan divino, y eso se basa en el crecimiento espiritual.

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Para finalizar se puede decir que los versículos que hablan sobre el ayuno, sirve como la enseñanza perfecta para poder desarrollar el músculo del dominio propio y cada uno de los frutos del Espíritu, y poder dedicar un tiempo especial con Dios.

Ante ello se debe enfatizar que la oración, adoración, alabanza, lectura de la Palabra, son los elemento vitales y acompañantes idóneos para realizar un ayuno efectivo, pues eso se convertirá en el alimento y el deleite de los que buscan agradar a Dios, que es su avance espiritual.

«Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra» (Salmos 119:16)

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