El Gran Mandamiento Es La Regla De Oro En La Biblia

El gran mandamiento es la Regla de Oro en la Biblia es el mandato que Jesús dejó a todos los creyentes que debían amar al prójimo como a sí mismo, es decir tratarlos de la forma en que desean ser tratados, y de esa manera caminar en el amor que Dios desea.

Jesús quería enseñar que todos los oyentes entendieran la importancia del amor, ya que era la forma en que se podría manifestar Dios en toda las vidas, de tal manera que el mandato dado por Jesús para muchos estudios la denominaron como la "Regla de Oro".

Contexto de la Regla de Oro en la Biblia

Cuando se habla sobre la regla de oro o el amor al prójimo, se debe entender que el ser humano es inherentemente egoísta, incluso los actos más desinteresados buscan el deseo del bienestar consigo mismo. De tal manera, que el corazón humano no desea ayudar al prójimo, y solo Dios conoce las intenciones del corazón de las personas:

Por ello es que cuando Jesús le dice a las personas que traten a los demás como les gustaría ser tratados, Él está hablando de a esos sentimientos más profundos de los corazones, que tienen cada uno de ellos, enfrentando frontalmente a la maldad que estaba oculta en sus corazones.

Cuabdo Jesús dio estas palabras a su alrededor se encontraba una gran cantidad de personas, que aparentaban ser bondadosos, piadosos y amorosos, mientras que en su interior estaban llenos de maldad, y muy bien lo dice la Biblia, sobre este momento:

Jesús sabía que los fariseos y líderes religiosos de ese tiempo buscaba el cumplimiento de la ley, pensando que por su buen comportamiento y apariencia serían salvados pero cuando Jesús les dice: "De hecho, esto es la ley y los profetas", hacía referencia a que todos deberían hacer lo que le gustaría recibir de la otra persona.

De este modo, las palabras dichas por Jesús hacían ver que a nadie le gustaría ser engañado o maltratado, por lo que eso llevó a la discusión a un nivel mucho más profundo donde el corazón se ponía y evidencia, ya que sino eran sinceros en su amor cumplir las leyes no se considerarían justos ante los ojos de Dios.

Regla de Oro en la Biblia

Cuando se lee la Biblia se debe entender que Jesús nunca llamó "Regla de Oro" su enseñanza, y las Sagradas Escrituras tampoco le hacen ese enunciado, pero dicha frase es considerada tan importante que los estudiosos la denominan de esa forma, porque en ella se resume los principios del amor del Sermón dado por Jesús.

Estas palabras son de gran importancia importantes que en los evangelios se encuentran las palabras dadas por Jesús a todos sus oyentes, que hasta el día de hoy siguen cobrando vida y penetrando en los corazones, para conocer el profundo amor que Dios desea que la humanidad transmitan.

Es por ello que Jesús vuelve en otro momento a recordar la importancia del buen trato hacia su semejante, que se convertiría en la característica primordial que diferenciaría a las personas en ser unos verdaderos discípulos de el Señor.

De este modo, estas palabras que se convierten en la regla de oro no es que sea el trato de manera recíproca, basado en el buen trato sino que lo minimiza a tal enfoque de la reciprocidad del amor a Dios, quien por su gracia amó a toda su creación.

De tal forma, que hay que amar porque Dios ha amado primero, y producto a ese amor que se debe amar a su semejante, por haberse sentido amado por Dios sin merecerlo, de la misma forma qur hay personas que viéndolo desde su humanidad puede decir que no merece ser amado.

El Gran Mandamiento es La Regla de Oro

Jesús a través de las enseñanzas dadas a sus seguidores vino a cumplir la verdadera de ley de Dios, de tal manera que Él lo resumió en dos grandes mandamientos que hacen entender a todos los creyentes el verdadero amor.

Al leer estas palabras se encuentra una gran profundidad en esos mandatos, ya que sino cumple el primero, no tendrá la habilidad de cumplir el segundo. Por ello, cuando se logra amar a Dios con toda su alma, mente y fuerza, permitirá que el Espíritu Santo le enseñe a amar a las otras personas, de la misma forma como Dios ama.

En este sentido, la Biblia es muy clara al enseñar que las personas no deben hacer actos de amabilidad cuando lo sientan, sino que deben amar en todo momento, inclusive a los enemigos, convirtiéndose en la regla de oro o el mandato divino, para mostrar a Dios en todos sus caminos.

De la misma forma, la regla de oro busca que las personas traten a todos como Dios los ha tratado a ellos, con amor y misericordia. Es tratar bien a una persona por la gracia que Dios ha derramado en su vida, sin importar del modo en que la otra persona lo trate, no debe dejar de hacerlo con amor.

La Biblia enseña que al amar a otros pueden tener muchas obras buenas, pues se vivirá en paz y en armonía, ya que ese es el plan de Dios para todos los hijos, que tengan compasión los unos a los otros y no se juzguen por sus formas de actuar, sino que se vean como Dios los ve.

Jesús vino a la tierra a mostrar la forma de vivir correcta, y murió en la cruz para demostrar el verdadero y más puro amor, es a través de ese sacrificio que Él cumplió ambos mandatos dados, pues ese sacrificio en la cruz lo hizo por amor a Dios, a quien obedeció en todo, y por amor a toda la humanidad, Jesús dio su vida a esos mandatos dejados como regla de oro para la humanidad.

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Para finalizar la el gran mandamiento es la "Regla de Oro" en la Biblia, se da cuando una persona ama a Dios con todo su corazón, que le lleva a actuar de forma amorosa con todo lo que está a su alrededor, cumpliendo ese ciclo al que Jesús desea que todos puedan aplicar, para una sana y bendecida vida con su entorno.

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