Diferencia entre Alabar y Adorar a Dios, es una de las cosas que se habla mucho en el medio cristiano, siendo dos conceptos muy importantes para poder bendecir el Santo nombre de Jesús, cuya finalidad primaria es exaltar su grandeza, pero existen diferencias en estos términos, que de igual forma se conectan para lograr su objetivo primario de exaltar al Señor.
Al hablar de alabar y adorar a Dios se debe indicar que es algo maravilloso y sublime, que surgen en un corazón agradecido, y que también es una experiencia viva, siendo muy real y palpable en todo los creyentes que pueden experimentar, ya que no está vetado para nadie, ya que es una experiencia para todos que se sumergen en el plano espiritual.
Por lo que es algo que cada quien debe experimentar de manera personal con el Señor, convirtiéndose en una realidad en cada vida, para poder de esa forma adentrarse en la belleza y en las maravillas de alabar y adorar a Dios, y tener ese encuentro de lo que dice su palabra cuando dice que el busca a sus adoradores reales.
Alabar y Adorar a Dios
Al hablar de alabar y adorar a Dios en ambos caso implica rendirle tributo, exaltación, honor, honra, veneración y gloria a Dios, por lo que se puede decir que existe una pequeña línea que podría diferenciar a ambos conceptos.
Es por ello que a continuación profundizaremos cada uno de los conceptos, para entender las pequeñas diferencias entre alabar y adorar a Dios.
El término alabar proviene del vocablo hebreo halal que significa alabanza, y a su vez se desprenden las palabras “alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear”. Este significado se puede aplicar en muchos casos como cuando se quiere destacar las virtudes de una persona o de alguna cosa, y en el caso que nos toca se produce la alabanza a Dios.
Alabar es un acto de gratitud por lo que Dios hace en las vidas de los cristianos, además porque Él es el único que merece y debe recibirla. Cuando se alaba a Dios se le está dando el lugar que le corresponde, le está honrando y se le está glorificando por las virtudes que son infinitas en amor y bondad para su creación.
Alabar a Dios es el acto de reconocimiento de la grandeza y señorío de Dios, así como de lo excelso, único, admirable y grandioso que es Él. Al alabar y proclamar sus portentos, sus maravillas, su grandeza, su poder y su gloria, se recuerda las victorias pasadas y se declaran los triunfos futuros.
Cuando se alaba a Dios, se declara lo que dice la Biblia acerca de él mismo, que es grande, amoroso, soberano, todopoderoso, omnipotente, misericordioso, soberano, altísimo, benevolente, clemente, evidenciando todo lo que él ha hecho, hace y hará con y por su creación.
Al alabar hay gozo, júbilo y gratitud en todo esto, además de bendecir a Dios por cómo es Él y por lo que le da a todos los que se acercan a su presencia. Al alabar se abre puerta de entrada que conduce al creyente a aguas más profundas y hermosas con Dios que es la adoración.
El término adoración proviene de la palabra "proskuneo" que es “postrarse delante” o “arrodillarse delante”, mientras que el origen hebreo significa una actitud de humildad, reverencia, honor, devoción y adoración que señalan de manera adecuada la relaciones entre los seres creados y su Creador, es decir Dios y sus hijos.
Al adorar a Dios se produce un encuentro profundo con el Señor, con su Espíritu. A través de la adoración se puede encontrar a Dios, sentir su abrazo y sobre todo descansar en su presencia. Adorar significa postrarse ante Dios es demostrar que sin su presencia no se es nada, que Él es más grande que cualquier cosa, adorar viene de lo más profundo del corazón del creyente.
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Cuando se adora a Dios eso implica rendir toda la vida ante Dios, es una forma de vivir, vivir en adoración, vivir en obediencia, vivir haciendo la voluntad de Dios, ya que sin obediencia no hay una verdadera adoración. Al venir ante Dios en adoración, no solo se exalta por todo lo que hace y por sus obras, la adoración implica exaltarle, engrandecerle por quien es Él, el más grande y maravilloso de todos.
Al adorar a Dios no solo se ve que Él es excelso, Altísimo y Todopoderoso, sino que a través de la adoración se puede conocer el Dios de amor, que es también un Padre celestial, por eso, la adoración une al creyente más a Dios. Siendo a la vez, un acto de humillación voluntaria y sometimiento a Dios, en donde el ser entero del creyente se rinde ante Él, razón por la cual la adoración ha de ser entregada a Dios, en una actitud de humildad sincera.
Diferencia entre Alabar y Adorar a Dios
Luego de ver cada uno de los términos específicos, se pueden enumerar unas diferencia entre alabar y adorar a Dios, como son las siguientes:
«Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren» (Juan 4:23)
Al conocer las diferencias entre alabar y adorar a Dios merecen ser vistos por los creyentes con mucho detenimiento, y saber que encierran grandes y profundas verdades, y se debe tener conciencia de ello, ya que ayudará en abrir los ojos espirituales ante las grandezas y bendiciones que tiene Dios para sus hijos.
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