¿Cuáles son los Dones y los Frutos del Espíritu Santo?

Cuáles son los Dones y los Frutos del Espíritu Santo, para que el creyente pueda crecer en el ámbito espiritual caminando según el propósito al cual Dios lo está llamando.
Al hablar de los dones y los frutos del Espíritu Santo, se está hablando de las bondades que el Padre celestial otorga a sus hijos, que han sido sellados por su Espíritu Santo.
Este don al que se refiere la Palabra de Dios es el que se derrama en los creyentes que se sumergen en ser estremecido por su presencia, ya que el Don de Dios es su Santo Espíritu, que viene a llenar cada corazón que deja al viejo hombre atrás, creciendo en el nuevo hombre nacido del Espíritu, activando los dones espirituales y haciendo desarrollar los frutos del Espíritu Santo.
“…vendremos a él y en él haremos morada… El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo” (Juan 14:23,25).
Cuáles son los Dones y los Frutos del Espíritu Santo
En el sentido genérico el Don se llama a todo acto de benevolencia, regalo o donación que no tiene restitución. La Biblia lo define como la gracia entregada por Dios.
«Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación» (Santiago 1:17).«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).
En el sentido teológico se definen un don se define como las perfecciones que obtiene el hombre, por las cuales se dispone a seguir todo lo que el Espíritu Santo dispone.
Los Dones del Espíritu Santo
Los dones del Espíritu Santo son entregados como dádivas por parte de Dios, y potencia el alma del creyente para recibir todo lo que el Espíritu Santo dispone hacer entorno del crecimiento de la iglesia de Cristo.
Los dones del Espíritu Santo son dados al creyente para que Jesús sea glorificado en todo, a través de su manifestación y no para exaltar o glorificar al hombre o a algún ministerio.
«Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios» (1ra. Pedro 4:10)
La causa motora de los dones es el mismo Espíritu Santo, ya que estos actúan cuando el Espíritu Santo quiere moverlos, y son indispensables para la perfección de los creyentes y de la iglesia de Cristo en su llamado de establecer el Reino de los Cielos en la tierra.
La Palabra es clara al mencionar cuáles son los dones del Espíritu Santo, que se puede clasificar en tres categorías, donde se manifiesta la voluntad de Dios en su manifestación sobrenatural
Se refiere a la manifestación sobrenatural del Espíritu Santo en entregar la habilidad a un creyente, en tener una confianza absoluta en Dios, en un momento específico, tal como Dios cree. El don de fe es un don del Espíritu Santo que permite recibir un milagro.
El don de sanidad es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo, que le otorga al creyente la posibilidad de ser un instrumento para que el poder sobrenatural de Dios sane cualquier tipo de dolencia. Este tipo de don está intrínsecamente relacionado con el don de fe.
Este tipo de don es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo que le da al creyente la habilidad para intervenir de una manera sobrenatural, como un instrumento para hacer señales y prodigios más allá de las leyes naturales, para mostrar la presencia y el poder de Dios en una situación particular.
Es un don del Espíritu Santo que es dado al creyente, para declarar una palabra que es inspirada por Dios, y viene a proclamar su verdad con autoridad, con el propósito de exhortar, consolar y edificar a la iglesia de Cristo.
Este don del Espíritu Santo está referido en poder hablar un idioma que una persona no conoce, a fin de edificarse o edificar a la iglesia si existe algún interprete. Esta surge para interceder, alabar o entregar un mensaje a la grey.
Es el don del Espíritu Santo que permite entender y comunicar un mensaje, que se ha dado en lenguas distintas a la que pueda comprenderse delante de los que está presentes.
Este don se manifiesta a través de la revelación sobrenatural del Espíritu Santo en un momento específico. Revelando ciertos hechos de la mente de Dios y algunas verdades que están escondidas con respecto a una persona o alguna situación que puede ser del pasado o futuro.
Este don del Espíritu Santo está referido en la aplicación del conocimiento que Dios entrega para poder resolver alguna situación, revelando la mente, la voluntad y los propósitos de Dios para una persona en cuanto a eventos que ocurrirán en el futuro.
Es el don del Espíritu Santo que le da al creyente la habilidad para poder entender, percibir, reconocer y ver los espíritus, ya sea de una persona o de cualquier lugar. Además, de percibir si las acciones de una persona son inspiradas por Dios, por satanás o simplemente una fuente humana.
Los Frutos del Espíritu Santo
Los frutos del Espíritu Santo, son el resultado de una vida llena de la presencia de Dios, que se derrama en las personas obteniendo en su alma su purificación, y la manifestación del nuevo hombre que está en el proceso de crecimiento dejando atrás las viejas cosas.
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley" (Gálatas 5:22-23)
En total son 9 frutos que debe ser manifiesto en la vida de todos los creyentes que son guiados por el Espíritu Santo.
Este viene a representar el afecto a algo o a alguien, es la virtud que una persona tiene en ser benevolente con lo que está a su alrededor. Es la mayor evidencia que Dios está obrando en una persona. De ello se desprende el resto de los frutos.
Este fruto representa la alegría, estar lleno de regocijo. Donde lo envuelve una constante sonrisa y en el que incluye a las personas de su entorno, rebosando el agrado de vivir en la voluntad de Dios.
Este del Espíritu Santo se relaciona con el bienestar de la persona tanto en el aspecto espiritual como en su entorno físico, donde refleja tranquilidad y serenidad. Al estar convencido de la existencia de Dios, quien le da esa paz sobrenatural.
«Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mateo 5: 9)»estad en paz con todos los hombres» (Romanos 12: 18)
Este fruto es la característica de una persona en poder resistir ante las adversidades o situaciones. Se relaciona en ser apacible, indulgente donde tiene un equilibrio en su forma de actuar a la espera o desarrollo de cualquier situación.
Este fruto del Espíritu Santo es referente a la amabilidad, se evidencia en la conducta del creyente en lo moral, donde la serenidad, la tranquilidad y la disposición reposada de la persona es característico.
Este es un fruto que refleja la cualidad de una persona de buen corazón, donde la generosidad es la característica en las acciones que ejecuta. También se vincula a la justicia y a la verdad, que conlleva al arrepentimiento de una mala acción.
Está vinculado con la fidelidad y la confianza. Está se define en creer sin dudar en las palabras, promesas que Dios ha dejado en su Palabra.
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11: 01)
Este fruto del Espíritu Santo está relacionada con la gentileza de una persona con sus relaciones interpersonales, tiene la capacidad en soportarse los unos a los otros con sus virtudes y debilidades, encarar las verdades sin resentimiento, discutir sin molestarse y sin pecar.
Este fruto está vinculado con el control que tiene una persona ante las circunstancias que se les puede presentar, siendo equilibrada ante cualquier situación. Controla los pensamientos, las palabras, las acciones, reflejando el control del Espíritu Santo en su vida.
Luego de indagar en los dones y los frutos del Espíritu Santo el poder desarrollarnos en la vida del creyente, es la prueba tangible del dominio del Espíritu Santo, en la vida del creyente.
Donde lo espiritual produce que las pasiones y los impulsos del viejo hombre se acaben, trayendo el crecimiento y formación del nuevo hombre nacido en Cristo Jesús, que cumplirá el supremo llamamiento de Dios.
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