La Crucifixión de Jesús

La Crucifixión De Jesús Y Su Significado

La Crucifixión de Jesús se convirtió en uno de los acontecimientos más importantes que se pueden ver en la Biblia, ya que se muestra el mayor sacrificio hecho por Dios, para salvar a la humanidad al enviar a su hijo unigénito a morir en una cruz.

Cuando se habla de la crucifixión de Jesús se está enseñando el plan de salvación de la humanidad, ya que la muerte era el cumplimiento de la redención de los pecadores, quienes pueden recibir el perdón de pecados a través de la muerte y resurrección de Jesús.

Índice
  1. La Crucifixión de Jesús
  2. El significado de la Crucifixión de Jesús
    1. En la Cruz Jesús Perdona a la Humanidad
    2. La Tierra se Oscureció
    3. Es ragado en Dos el Velo del Templo
    4. La Tierra Tiembla y se abren los Sepulcros
    5. La Reacción del Centurión
    6. La Resurrección de Jesús

La Crucifixión de Jesús

La Crucifixión de Jesús

En la Biblia se puede encontrar como la crucifixión se refería al mayor castigo que podían recibir los malhechores, siendo una condena aplicada por algún hecho que refería hacer escarnio de la persona que lo sufría, y en este caso Jesús recibió dicho castigo como el plan de Dios para salvar a toda la humanidad.

Dicho castigo vivido por Jesús que se dio por los celos que tenían los líderes religiosos de la época, quienes al ver como el Ministerio de milagros y sanidades que tenía Jesús se esparcía entre los judíos, buscaron la forma de arrestarlo con la ayuda de Judas, y ser sometido a un juicio por autoproclamarse rey de los judíos, que según la ley romana el castigo por dicha rebelión era la muerte.

«Entonces toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato. Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo, un rey.

Pilato entonces le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús respondiéndole, dijo: Tú lo dices. Y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: No encuentro delito en este hombre. Pero ellos insistían, diciendo: El alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.

Cuando Pilato oyó esto, preguntó si el hombre era galileo. Y al saber que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que también estaba en Jerusalén en aquellos días» (Lucas 23:1-6)

En este sentido, cuando se presenta ante Pilato buscó despojarse de dicha responsabilidad, por lo que lo remitió a Herodes, quien tampoco encontró razones para condenarlo "Herodes, con sus soldados, después de tratarle con desprecio y burlarse de El, le vistió con un espléndido manto y le envió de nuevo a Pilato"

Cuando regresa Jesús ante el gobernador Romano Poncio Pilato este no se sentía seguro que hacer, ya que él no veía ningún tipo de crimen sobre Jesús por lo que propone soltar a un preso al pueblo.

Sin embargo, la presión de la multitud gritaba y pedía la muerte de Jesús, por ello Pilato se lavó las manos delante de todos para demostrar, simbólicamente, que él no tenía nada que ver con el derramamiento de la sangre de este hombre, luego de ello dejó que tomarán a Jesús para ser azotado y ser castigado.

«Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a las multitudes que pidieran a Barrabás y que dieran muerte a Jesús. Y respondiendo, el gobernador les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos respondieron: A Barrabás. Pilato les dijo: ¿Qué haré entonces con Jesús, llamado el Cristo? Todos dijeron: ¡Sea crucificado!

Y Pilato dijo: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado! Y viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: Soy inocente de la sangre de este justo ; ¡allá vosotros! 

Y respondiendo todo el pueblo, dijo: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Entonces les soltó a Barrabás, pero a Jesús, después de hacerle azotar, le entregó para que fuera crucificado. » (Mateo 27:20-26)

Desde ese momento Jesús es condenado, y fue llevado para ser azotado y humillado de una manera brutal, en manos de los soldados romanos, quienes se burlaban de Él, mientras le destrozaron el cuerpo desgarrándole la piel por los azotes que le daban.

«Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al Pretorio, y reunieron alrededor de El a toda la cohorte romana. Y desnudándole, le pusieron encima un manto de escarlata. Y tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y arrodillándose delante de El, le hacían burla, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! 

Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberse burlado de El, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron para crucificarle. Y cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene llamado Simón, al cual obligaron a que llevara la cruz» (Mateo 27:27-30)

La Crucifixión de Jesús

En ese camino que tuvo que llevar Jesús una pesada cruz se sentía muy débil, por lo que tuvieron que buscar ayuda y vieron a un hombre llamado Simón, a quien obligaron llevar la cruz hasta el lugar donde Jesús sería crucificado, conocido como El Calvario o Gólgota donde una gran multitud se ubicó mientras veían la crucifixión de Jesús.

«Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera «, crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos. 

Y el pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se mofaban de El, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido. Los soldados también se burlaban de El, acercándose y ofreciéndole vinagre y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

Había también una inscripción sobre El, que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena?

Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces El le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:33-43)

En ese momento Jesús muestra la compasión ante los verdugos, ya que pide perdón por ellos y a su vez pide perdón por toda la humanidad demostrando misericordia entre los compañeros de castigo, quien uno de ellos se arrepiente de lo malo que había cometido, a lo que Él lo perdona. Luego de ello, Jesús alza su mirada y observa el cielo y expiró.

«Era ya como la hora sexta , cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos. Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, En tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró» (Lucas 23:44-46)

El significado de la Crucifixión de Jesús

La Crucifixión de Jesús

En el momento que se realiza la crucifixión de Jesús sucedieron varios acontecimientos que cambiaron la historia de toda la humanidad, demostrando el amor de Dios y del mismo Jesús, quien cumple el plan divino para otorgar la salvación a la humanidad.

Es por ello, que a continuación se presentarán los acontecimientos que marcaron la crucifixión de Jesús

En la Cruz Jesús Perdona a la Humanidad

Cuando Jesús llega al lugar donde se realizaría la crucifixión, la Biblia muestra como el Señor rompe la maldición del pecado en la humanidad, ya que intercede pidiendo perdón por la maldad que envolvía a todos aquellos que lo habían condenado, hablando de manera general por toda la humanidad.

«Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera «, crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos» (Lucas 23:33-34)

Jesús en medio del dolor y humillación que vivió intercede delante del Padre para pedir perdón por todos aquellos que lo habían llevado a la cruz. Al leer este texto de forma literal se podría pensar que solo habla de los soldados que lo llevaron a esa cruz, sin embargo se está refiriendo a todos los pecados de la humanidad que eran expiados a través de Él, como el cordero consagrado para el holocausto.

Con este acto Jesús demuestra su amor y compasión por toda la humanidad, hasta el último momento en que tuvo vida, ya que Él pudo haber pedido venganza, sin embargo prefirió callar y soportar hasta el final, pidiendo perdón por todos los que le causaron el camino a la crucifixión.

La crucifixión se trata de ese perdón de Dios por toda la humanidad, es por medio de esa muerte ya no se tiene que pagar o morir por los pecados, basta con creer en Jesús como el Señor y Salvador, para poder tener ese perdón y recibir la reconciliación con el Padre Celestial.

«Mas ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación;

aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz, reconciliar por la cruz con Dios a ambos en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades» (Efesios 1:13-16)

La Tierra se Oscureció

La Crucifixión de Jesús

En el momento preciso de la crucifixión de Jesús la naturaleza no se portó indiferente ante este hecho, la Biblia muestra que durante ese momento la tierra fue oscurecida, totalmente, ya que se ocultó el sol.

«Y desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena» (Mateo 27:45)

«Era ya como la hora sexta , cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena al eclipsarse el sol» (Lucas 23:44-45)

Esta situación presentada en un recordatorio de lo que sucedió con la plaga enviada Egipto antes de que llegara la muerte de los primogénitos de Egipto, y que solo fueron salvados aquellos hebreos que colocaron en sus dinteles la sangre del cordero, para no sufrir la muerte que se acercaba.

«Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe. Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto» (Éxodo 10:21-22)

Es importante mencionar que esas densas tinieblas durante la crucifixión de Jesús mostraban el anuncio del derramamiento de sangre del Cordero de Dios, que viene a salvar de la muerte a toda la humanidad que llevaba una vida de pecado y era libertada través de su poder.

Es ragado en Dos el Velo del Templo

La Crucifixión de Jesús

Al momento de morir Jesús en la cruz se cumple un evento que marca un antes y un después de la relación de la humanidad con Dios, el velo es rasgado en dos, cumpliéndose un quebrantamiento en lo espiritual.

«Y Jesús dando un fuerte grito, expiró. Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo» (Marcos 15:37-38)

El velo del templo respondía a la separación que tenía en tiempos antiguos en el Tabernáculo el Lugar Santo al Lugar Santísimo, donde moraba la presencia de Dios y en el que solo podía entrar el sumo sacerdote, quien debía cumplir una serie de rituales y normas para poder llegar a entrar.

En este sentido, el velo rasgado representa la muerte en la cruz de Jesús como la oportunidad que tiene la humanidad de acceder a la presencia de Dios, y esto solo se logra por medio de Jesús, quien es el camino la verdad y la vida.

«Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. Ni entró en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.

Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo» (Hebreos 9:24-26)

La Tierra Tiembla y se abren los Sepulcros

En el momento que Jesús muere la tierra tiembla, siendo estremecida de una manera sobrenatural, ya que fue tan fuerte el movimiento que las rocas fueron quebrantadas y la tierra se abrió.

Es por ese motivo que la tierra fue agrietada, a tal punto que los sepulcros fueron abiertos y resucitaron muchos de los que fueron temeroso a Dios, quienes habían estado muertos hasta ese día que pudieron resucitar.

«Se abrieron los sepulcros, y muchos santos que habían muerto resucitaron. Salieron de los sepulcros y, después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos» (Mateo 27:52-53)

La Reacción del Centurión

La Crucifixión de Jesús

No solo en el aspecto natural se mostró la consecuencia de la crucifixión de Jesús sino que produjo que el mismo Centurión, quien tenía que estar supervisando todo durante este acto no pudo resistirse al poder del amor de Dios, manifestado en esta crucifixión.

«Entonces Jesús exclamó con fuerza: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró. El centurión, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo: Verdaderamente este hombre era justo. Entonces los que se habían reunido para presenciar aquel espectáculo, al ver lo ocurrido, se fueron de allí golpeándose el pecho» (Lucas 23:46-48)

Esto demostró que el Centurión se pudo dar cuenta que Jesús era el verdadero hijo de Dios, por lo que alabó al Señor, pues se dio cuenta que murió sin haberlo merecido y lo había hecho por amor a toda la humanidad, producto de ello él y otros presente fueron transformados por Dios.

De este modo, el poder que tuvo la crucifixión de Jesús trajo un cambio sustancial en la vida de las personas, ya que cuando se tiene ese encuentro con el Jesús crucificado, su vida no puede seguir igual.

«Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre» (Hebreos 10:10)

La Resurrección de Jesús

La Crucifixión de Jesús

Para sellar el plan divino de Dios sucede un hecho de mayor trascendencia luego de la crucifixión, y es que Jesús resucita venciendo la muerte, pues nada pudo retenerlo y es por medio de esa victoria de Jesús sobre la muerte que todos los creyentes pueden obtener la salvación de la vida eterna con Él.

«No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho» (Mateo 28:6-7)

En este sentido, la crucifixión de Jesús termina con la poderosa victoria demostrada del poder de Dios, vino a culminar el plan de redención para toda la humanidad, convirtiéndose la resurrección ennla demostración de la vivificación del nuevo hombre que nacería en Cristo Jesús.

«Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron. De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir» (1ra. Corintios 15:20-22)

Para culminar se puede decir que la crucifixión de Jesús fue parte del plan de Dios para salvación de los pecadores, pues era tanto el pecado que invadía la humanidad que requería de un sacrificio muy grande, de este modo tuvo que venir Jesús y tener una vida pura y sin pecado, para poder regalar a la humanidad la redención y salvación dada por Dios.

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