La Parábola de los talentos, es una de las enseñanzas que Jesús muestra para poder comprender el carácter de Dios, quien exige la diligencia y productividad a todos aquellos que les ha depositado algún tipo de talento o don.
De este modo, esta parábola viene a enseñar que no todos los discípulos eran iguales, sino que todos tenían un trato diferente, ya que de acuerdo a su interés y vocación podrían multiplicar eso dones y talentos que el Padre les había entregado.
Parábola de los Talentos
La parábola de los talentos es una de las enseñanzas dadas por Jesús donde se enseña la forma de regularizar, aprender y aplicar cada uno de los aspectos espirituales en el que el creyente debe avanzar, haciendo una alegoría con los talentos que el refiere dicha parábola.
«Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mateo 25:14-30)
La parábola tiene un significado no tanto literal, sino que viene a revelar la intención de Jesús de enseñar la prudencia que debe tener un hijo de Dios, al tomar como ejemplo la multiplicación de aquellos talentos que en ese tiempo era referido a la moneda de más valor para el pueblo hebreo.
Eso se refiere a que los creyentes tienen talentos y dones de gran valor, que deben ser multiplicados, y deben darle el uso adecuado para poder llevar el evangelio a todo los lugares, y de esa forma cumplir el mandato dejado por Jesús, luego de ascensión al cielo.
Análisis de la Parábola de los Talentos
Al revisar la parábola de los talentos, se consiguen una simbología que es necesario detallar, para ello se presentará cada uno de los elementos que hace mención este enseñanza.
Los Talentos de la Parábola
Al hablar de los talentos eso viene del griego "taulaton" y del hebreo "kikkar", que significan “redonda”, “óvalo”, que la unidad de peso que era empleada para pesar la plata y el oro, y que en la época de Jesús era usada por la distintas naciones, desde los siglos anteriores.
De ese modo el talento era una medida de peso equivalente a 60 minas, es decir 3000 siclos o 34 kilos de plata u oro, del que un trabajador para la época ganaba 2 porciones por un día de trabajo. Eso quiere decir que si 1 talento pesaba 34 kg de plata era una gran fortuna en la mano de cualquier siervo.
Al llevar el término de talentos al aspecto simbólico que Jesús le da en parábola, se está refiriendo a las capacidades, dones y talentos que tiene una persona en poder llevar la Palabra de Dios, a otras latitudes y de esa forma multiplicar el reino de Dios en la tierra.
De este modo, al ver la parábola el amo fue sabio en la repartición conforme a la capacidad que tenían los siervos, y al ver el resultado final no se equivocó, ya que cada uno de ellos pudo generar los ingresos correspondientes, sin embargo hubo un hombre que no fue diligente en multiplicar el talento que le habían dado.
El Amo de la Parábola
Al referirse al amo de la parábola se puede entender que era dueño de negocios, y buscaba que sus bienes fueran multiplicados para que su patrimonio se expandiera aún más, y luego regresó para ver multiplicado los talentos que él les había entregado a sus siervos.
Eso habla que ese hombre es el mismo Jesús, quien ha depositado en cada uno de sus discípulos y creyentes una porción de dones y talentos, que permitirán la multiplicación y expansión del reino de los cielos, antes de su segunda venida donde vendrá a recoger los frutos de cada uno de ellos.
Es evidente que los bienes que este amo entregó a su siervo era de gran valor para la época. Sin embargo, al referirse como amo a Jesús es invaluable, pues son dones, talentos y capacidades que tiene los siervos para poder expandir el reino y multiplicar la Palabra de salvación.
De la misma forma, en que este amo regresó y pidió cuentas a cada uno de sus siervos, así será el día en que Jesús en su segunda venida pedirá cuenta de cada uno de los talentos y dones que Él ha entregado a sus siervos, para poder ser usados para la expansión de su reino.
Los Siervos de la Parábola
Los siervos de la parábola eran trabajadores del amo que tenía una gran empresa o negocios. Mientras que en el aspecto que Jesús menciona a estos siervos, son todos los discípulos y creyentes en Dios, que llevarán la Palabra de Dios.
Hay que fijarse lo que sucedió con estos siervos al momento que regresó el amo para pedir cuentas de la misión que le había entregado, y fueron los siguientes panoramas:
Al hacer un análisis de cada uno de estos siervos Dios desea que todos sus hijos sean como los primeros, quienes no dudaron en poner en obra la multiplicación del reino de los cielos, llevando su Palabra y cumpliendo esa expansión del evangelio.
Es evidente que el Señor quiere que todos sus hijos sean como esos dos primeros siervos, quienes se mantuvieron con fe, permaneciendo firmes, trabajando en cumplir con el mandato encomendado por su amo, en este caso el Señor.
En este caso cuando se habla del tercer siervo es aquel que toma la fe y la esconde, la entierra, no predica, no busca de Dios, no testifica del evangelio. Es aquel que se convierte en ese siervo infiel, al que no le es entregada el beneficio que el amo prometió darle, a los que si cumplieran su mandato.
El Mensaje de la Parábola para los creyentes
Esta parábola es la evidencia que todos los creyentes poseen dones, capacidades y talentos que el Espíritu Santo de Dios les ha otorgado a cada uno de ellos, para la obra redentora del reino de los cielos.
En muchas ocasiones las personas dudan tener algún tipo de talento, capacidad o don dado por Dios, es porque muchas veces no se la revelado o porque simplemente no se sienten dignos de recibir algo de parte de Dios, es por ello que esta parábola hace evidente que a todos Él le ha entregado alguna porción de lo que viene del cielo.
Cada uno de estos dones o talentos han sido depositado en cada persona desde su nacimiento, y es cuando reciben al Señor en su vida que son activados por el Espíritu Santo, quien lo ejercitará para llevar a cabo la obra que ha sido encomendada por Dios.
De este modo, Jesús al narrar esta parábola está enseñando lo importante que es ser diligentes en la obra de Dios, y de no menguar en la fe y seguir adelante en la obra a la que Dios lo ha llamado, y de esa forma ser ese siervo fiel al que el Señor ve con agrado.
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La parábola de los talentos es muy importante para todos los creyentes, pues el Padre Celestial ha depositado esos dones, talentos y capacidades que Él desea sean usadas de la mejor forma, para poder llevar el evangelio a todos los rincones de la tierra.
Con esta enseñanza se quiere impulsar en compartir ese mensaje de salvación, y que se expanda en todo lugar que caminen sus siervos. Por eso lo invitamos a que pueda pedir revelación a Dios, para saber cuáles son sus talentos y ponerlos a disposición del avance del reino de Dios.
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